lunes, 14 de febrero de 2011

Crítica: El Rito

La película cuenta la historia de un estudiante de serminario en una etapa de pérdida de fé que acudirá a la escuela de exorcismos de El Vaticano en la que se verá cara a cara con las fuerzas demoníacas.

Tenemos ante nosotros a una película vendida como una movie de horror, nada más alejado de la realidad
Aquí radica el primer problema: Uno va con la idea de ver una buena pelí de terror y termina sumergido en una historia de suspenso que no termina de enganchar, que tiene momentos de humor ácidos y sustos completamente predecibles.
La película no podemos clasificarla como una cinta de horror, sino que es una extraña mezcla que va desde el drama al suspenso. 
Un comienzo largo y  pesado, la película nos muestra las idas y venidas del protagonista que, acertadamente, logra mostrarnos su cometido: vemos a una persona carente de fé, que duda de todo y no termina  de entender porque hace lo que hace.
Pasada la primera parte de la película, nos adentramos con la aparición de un Anthony Hopkins correcto en su papel, que nos aporta dosis de un humor extraño. En esta segunda parte vemos el exorcismo de dos personas, aumentando el dramatismo de la película, esta parte mejor que la primera. A pesar de todo, se nos introduce un tercer personaje, esta vez femenino, que poco aporta a la película y sólo acompaña al protagonista.

Pero llega el final, un final apresurado donde de repente el personaje de Anthony Hopkins queda poseído por el demonio y el protagonista debe exorcizarlo a pesar de toda la falta de fé… la conclusión no pudo haber sido más patética: Al presenciar la posesión, el protagonista se da cuenta que “cree en el Diablo” y que, por lo tanto, “cree en Dios” y con eso logra liberar a ese segundo personaje, aquel que está poseído.
Recalcar que la actuación de Anthony Hopkins en esta tercera parte (cuando está poseído) deja mucho que desear, no es creíble y los efectos especiales también carecen de veracidad.
En fin, tenemos una película que, tal vez, si en un comienzo hubiera sido vendida como una cinta dramática podría ser buena, sin embargo, como película de terror le falta mucho.


Lo mejor:
  • El protagonista principal.
  • Las tomas son sublimes, se aprecie el trabajo del camarógrafo.
  • La escena de la plaza, en la que el personaje de Anthony Hopkins golpea a un pequeño (lo único rescatable de su patética actuación)
Lo peor:
  • El personaje femenino, totalmente innecesario.
  • La actuación de Anthony Hopkins poseído.
  • Un principio largo y cansino.
  • ¿Y la banda sonora? Pasa desapercibida.
  • La historia, demasiado convencional.


Nota final: 3 [Mala]

Por Amiel Gorosito

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